El Gobierno de Estados Unidos anunció este 5 de Mayo que apoya acabar con la protección de la propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus "para ayudar a poner fin a la pandemia" y que "para que eso suceda" participará "activamente" en la Organización Mundial del Comercio (OMC.
La Administración de Joe Biden apoyará liberar la protección intelectual de estas vacunas puesto que ante "circunstancias extraordinarias" es necesario aplicar "medidas extraordinarias" y plantea: "El Gobierno cree firmemente en la protección de la propiedad intelectual, pero, en aras de poner fin a esta pandemia, apoya la exención de esa protección para las vacunas contra el covid-19", El "objetivo" del Ejecutivo estadounidense, es conseguir "tantas vacunas seguras y efectivas como sean posibles" para "tantas personas como sea posible".
La Unión Europea ante el anuncio del presidente de Estados Unidos, ha respondido según los intereses económicos de cada país. Mientras que países, como España o Italia, se han manifestado públicamente a favor de la liberación de patentes de las vacunas, otros como Alemania, donde se producen millones de dosis, se han alineado con los intereses de las farmacéuticas.
Ante esta división la Comisión Europea se escuda señalando que Estados Unidos, de momento, no ha presentado una propuesta detallada sobre su propuesta de levantar las patentes.
El Gobierno español en el documento 'Iniciativa vacunas para todos' expone que la vacunación global presenta "numerosos desafíos que tienen que abordarse de forma simultánea y coordinada". Para ello, exponen tres pilares principales: "reforzar la transferencia de conocimiento y tecnología, aumentar la producción global de vacunas y acelerar su distribución por todo el planeta".
El Gobierno cree que la propiedad intelectual "no puede ser un obstáculo" para acabar con la pandemia" y enfatiza la importancia de mejorar la plataforma de tecnología mancomunada C-TAP, ya existente, como una herramienta para compartir todo tipo de conocimiento acerca del virus. También propone la creación de una plataforma que garantice un enlace adecuado entre la producción y la demanda de la vacuna en los diferentes países en el mundo, así como medidas encaminadas a la mejora del comercio. "Todos los países deben comprometerse a relajar los obstáculos al comercio, incluidas las sanciones a la importación y exportación de bienes"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmaba: "La propuesta del presidente de Estados Unidos va en la buena línea, pero nos parece insuficiente". Sánchez ha defendido que hay que ser "más ambiciosos" acelerando "el proceso de transmisión de tecnología y conocimiento al conjunto de países" y reforzando "la capacidad de fabricación" y acelerando "la distribución”. Pero esto es dárselas de bueno para luego hacer otra cosa, ya que tres días después el PSOE junto a PP, Cs y Vox votaban en contra en el Parlamento Europeo.
Como dice Médicos Sin Fronteras: Parece mentira que, teniendo en cuenta los principios fundacionales de la UE, Estados Unidos haya sido más valiente. En EEUU la industria farmacéutica tiene mucho más poder que en Europa. Está muy bien que consideren que es el momento adecuado para sentarse a negociar, pero esto llega seis meses tarde y dos millones de muertos después
Ayer, 7 de mayo, España con Francia, Bélgica, Dinamarca y Suecia piden un esfuerzo adicional para que las vacunas lleguen a todo el mundo, sin mencionar expresamente las patentes. Hablan de "unir a los actores públicos y privados para aumentar la producción mundial y la distribución de vacunas efectivas, accesibles y seguras, garantizando que se comparte proactivamente el know-how [el conocimiento para fabricarlas] y la tecnología".
Es innegable la influencia de Estados Unidos en el resto de los países desarrollados, lo que permite soñar a las organizaciones con un acuerdo final para poner fin al monopolio de las farmacéuticas sobre un producto de salud pública. Pero las mismas asociaciones advierten: hay mucho por hacer para que esta decisión repercuta, finalmente, en un acceso equitativo y justo a los sueros.
Pero hay mucho que aclarar y que pelear antes de alcanzar la victoria final. En primer lugar, India y Sudáfrica piden la exención de la propiedad intelectual de vacunas, medicamentos y test. Estados Unidos solo habla de lo primero. "Si el día de mañana uno de los tratamientos cura el covid, habrá que incluirlo", reivindica la responsable de Vacunas en España de Médicos sin Fronteras (MSF), Miriam Alía.
En segundo lugar, las decisiones en el seno de la OMS se toman, generalmente, por consenso. En cuanto a derechos de propiedad intelectual, todos los especialistas coinciden en que es la mejor manera, para evitar conflictos diplomáticos de consecuencias impredecibles. Y aunque el impulso de Estados Unidos cambia radicalmente el terreno de juego, hay mucho país rico al que convencer aún. La Unión Europea lo estudiará, Nueva Zelanda ya ha cambiado de opinión... pero quedan potencias como Suiza, Australia, Japón o Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia en 2021, con variante propia y con un presidente cercano al negacionismo. India y Sudáfrica han presentado otro texto para desbloquear las negociaciones, pero los tiempos del organismo podrían atrasar el acuerdo final hasta noviembre.
En tercer lugar, la presidenta de Salud por Derecho, Vanessa López, se pregunta por los royalties, la compensación que podrían recibir las farmacéuticas por ceder la receta de su producto. Teniendo en cuenta que la mayoría ha asumido riesgos para lanzar la vacuna, pero también que han recibido financiación pública, que los contratos vigentes les garantizan muchos beneficios y que se trata de una exención temporal, mediante la cual seguirán teniendo la exclusiva de la explotación cuando amaine la crisis sanitaria. "Es necesario que el texto que se está trabajando y que hay que negociar preserve la filosofía de esta medida y que no quede en una medida descafeinada. Es necesario asegurar que hay elementos prácticos que quedan definidos, como que en ese texto se acuerde para todos los países el porcentaje de royalties", asegura.
"Lo que es necesario –continúa– es que dentro del texto que se acuerde se sea lo suficientemente concreto y se salvaguarde la filosofía de esta solución, que se acuerden aquellos aspectos que van a facilitar una implantación más rápida de la medida", que "para compensar tendríamos que saber cuánto ha costado producirla", una información guardada bajo llave. Obviamente, AstraZeneca recibiría menos dinero que otra competidora que haya obtenido la mayor parte de la financiación con fondos privados, como Pfizer.
Dentro de esos detalles del acuerdo, hay que definir el punto más importante: no basta con contar con la receta, sino que hay que saber cómo cocinar y cómo preparar exactamente este plato. Es decir: que las farmacéuticas no solo cedan las instrucciones sobre cómo preparar la vacuna, sino que también ofrezcan a expertos que enseñen en la preparación o detallen los pasos a seguir.
"El levantamiento de los derechos de propiedad intelectual supone quitar una barrera importante al acceso a las vacunas, pero habrá que evaluar la calidad de las vacunas, aumentar el suministro de materias primas, crear nuevas redes de distribución... básicamente muchos de los problemas logísticos que había antes de ayer seguirán existiendo, pero en teoría seremos capaces de producir más
ALTERNATIVAS NECESARIAS
Teniendo en cuenta que el acuerdo de la OMC podría aún retrasarse meses y que se necesitan ya. Estados Unidos y Suecia han anunciado que donarán las dosis de AstraZeneca que no van a utilizar, pero no es tan fácil.
Las donaciones de vacunas tienen que ser estudiadas cuidadosamente, ya que existen numerosos problemas logísticos y técnicos que solventar desde el país de origen y el de destino. La fecha de caducidad reducida de las vacunas hace que estas donaciones sean muchos más susceptibles de acabar siendo un lavado de imagen. El hecho de que se tenga que recurrir a las donaciones es indicativo del fracaso que ha supuesto que los países más ricos tengamos un acceso basándonos en nuestra capacidad adquisitiva".
No es ético que las personas con más recursos tuvieran acceso prioritario a la vacuna y que luego fueran donando dosis a las personas con menos recursos. De hecho, hay países africanos como Sudán del Sur, Malaui o Uganda que están tirando dosis por el rechazo de la población a inmunizarse con un suero percibido como limosna y que, en un mundo globalizado, etiquetan como la vacuna mala por los estudios de los países desarrollados sobre los raros eventos trombóticos. "A la gente le preocupa que este sea otro experimento público que quieren hacer con nuestra gente", declaró hace unos días el ministro de Salud de Sierra Leona, Austin Demby.
El fondo Covax, recibiría estas donaciones, este fondo es una plataforma de países ricos y pobres para aunar esfuerzos en la investigación, negociación de los precios y distribución
y pretende que los países de ingresos medios y bajos accedan a la vacuna sin tener que negociar por separado, pero como dice Médicos Sin Fronteras: Tres de cada cuatro dosis de vacunas de Pfizer (1.500 millones de 2.000 millones) están comprometidas mediante acuerdos confidenciales y secretos firmados por los países de altos ingresos, dejando una parte muy pequeña de las dosis para los países en desarrollo y las organizaciones humanitarias”, por ello tiene difícil cumplir sus objetivos de inmunizar al 20% de la población cada país del mundo antes de 2022.
Por último, varios países y la propia Comisión Europea han manifestado su esperanza en que la solución consista en acuerdos voluntarios entre las farmacéuticas y los laboratorios de estos países. Pero esto no está ocurriendo, Pfizer-BioNTech no ha suscrito ningún acuerdo de este tipo fuera de Europa, Israel y EEUU. La única empresa que ha hecho acuerdos con cinco empresas en el sur para producir vacunas es AstraZeneca debido a la presión de sus socios de la Universidad de Oxford, con acuerdos en Indonesia, India, Japón, Australia, México, India y otros lugares..
Desgraciadamente creemos en la plataforma ESP que estos cambios en las políticas vacunales no surgen por creer en el derecho de todas las personas a ser vacunadas, sino que es una estrategia política, ya que si EEUU y la UE no actúan, Rusia y China llenarán el vacío y usarán las vacunas para aumentar su ascendencia política.
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