La atención hospitalaria y primaria de la sanidad pública andaluza presta atención a 8,5 millones de habitantes con 110.000 profesionales. En la sanidad pública andaluza trabajan en total 23.399 médicos y médicas, o sea 2,8 facultativos por cada 1.000 habitantes, es decir, el promedio de profesionales, después de Ceuta, más bajo de toda España, e inferior a la media estatal, que está en 3,4.
El Informe de Demografía Médica que elabora el Consejo Andaluz de Médicos (CAM) revela en su último estudio, referente al año 2020, la falta de médicos especialistas en esta comunidad, la cual atribuye, fundamentalmente, a la escasez de oferta de plazas MIR para formar a nuevos facultativos y a razones retributivas, es decir, a los más bajos salarios que perciben los profesionales en Andalucía en comparación con otras comunidades autónomas. Según este informe, 474 médicos andaluces se fueron a trabajar en 2020 a otras comunidades y 49 al extranjero.
"Para evitar la fuga de médicos en Andalucía es necesario avanzar en mejorar las condiciones de desarrollo profesional, entre las que se encuentra la necesaria equiparación salarial con el resto de provincias de España", concluye el estudio del CAM, que reivindica, igualmente, el incremento del salario base de los médicos a nivel nacional.
Según el Estudio Comparativo de las Retribuciones de los Médicos de Atención Primaria en España entre 2009 y 2018, elaborado por la Organización Médica Colegial, que representa a los facultativos colegiados de toda España, el sueldo neto de los profesionales andaluces, sin contar las guardias, era en el último año de los más bajos del país en todas las tablas y estaba entre 148 y 509 euros por debajo del salario medio neto estatal, que se situaba entre 2.449 y 3.539 euros.
La mejora retributiva de los médicos andaluces y su equiparación salarial con el resto de las comunidades autónomas fue, precisamente, uno de los compromisos electorales de Juan Manuel Moreno Bonilla cuando se presentó como candidato del PP a la presidencia de la Junta en las elecciones de 2018, las que luego le llevaron a ser presidente en enero de 2019 en coalición con Ciudadanos y con el apoyo de Vox.
La equiparación salarial no ha llegado y más de medio millar de facultativos se van a trabajar a otras comunidades o al extranjero, como refleja el estudio del CAM de 2020. Y no sólo se van a otras partes buscando mejores sueldos, también se van a la sanidad privada.
Otros prefieren marcharse a comunidades que ofrecen mejores sueldos, como Castilla y León, donde, según el presidente del SMA, han hecho un plan de choque para la covid en atención primaria con el que pagan las horas extra con una cuantía en torno a un 50% mayor que en Andalucía, además de ofrecer contratos con una duración muy superior, de al menos tres años. O sucede como ocurrió el pasado verano en la provincia de Huelva, donde no encontraban médicos para contratar porque se habían ido a la vecina Badajoz, donde la Junta de Extremadura paga sueldos que llegan a superar en más de 600 euros a los que se cobran en la comunidad andaluza, tal como refleja el Estudio Comparativo de la Organización Médica Colegial.
Esta desigualdad salarial se ve agravada por otro factor: el escaso número de médicos que se forman cada año en las facultades y que luego acaban la evaluación del MIR para hacerse especialistas, una situación que el dirigente del SMA califica como "muy alarmante" en Andalucía, en concreto, y en España, en general. El último Informe de Demografía Médica del CAM revela que el 47% de los médicos andaluces tiene más de 55 años y que es previsible, por tanto, que se jubilen en los próximos diez años. De modo que con ese ritmo de jubilaciones, y teniendo en cuenta que en 2020 se convocaron en esta comunidad autónoma 1.244 plazas MIR, sólo 127 más que en 2019, el déficit de plazas por cubrir sería de 778 cada año, según el Consejo Andaluz Médico, que pide que se amplíe la oferta de plazas de formación.
Esta búsqueda infructuosa de especialistas se debe también, a juicio del SMA, a lafalta de incentivos salariales y laborales para hacer más atractivo el trabajo en un hospital comarcal que está situado a cerca de 100 kilómetros de la capital de la provincia, algo que están padeciendo cada vez más en otras especialidades, como la de anestesista, oftalmología o ginecología.
A juicio de CCOO, la falta de profesionales de la medicina en Andalucía obedece a múltiples factores, entre los que destaca la falta "endémica" de plazas de formación y los menores salarios con respecto a otras comunidades. "El PP prometió la equiparación salarial con la media de España cuando estaba en campaña electoral, como prometió la mejora de la financiación de la atención primaria, para ir contra el anterior gobierno del PSOE, pero no han hecho nada desde que están en la Junta", dice el secretario regional de la Federación de Sanidad de ese sindicato, José Pelayo Galindo.
Una de las mejoras demandadas por el sector, y que el PP prometió solucionar, es facilitar los criterios para el acceso a la carrera profesional, lo que da derecho a un complemento salarial de entre 200 y 800 euros mensuales.
Otras medidas que no ayudan a hacer atractivo el trabajo en la sanidad pública andaluza son, a juicio de este sindicato, el último ofrecimiento de la Junta a los médicos de familia para trabajar hasta 12 horas diarias con el fin de desatascar el colapso que sufre la atención primaria o haber retomado la propuesta que se hizo al principio de la pandemia a los médicos ya jubilados para ayudar en labores auxiliares y que apenas ha tenido respuesta.
El éxodo de la enfermería andaluza no se producía desde la época en la que muchas enfermeras se iban a trabajar a otros países de la UE porque en Andalucía no había apenas oportunidades laborales para ellas. Gran parte de esas profesionales acabaron volviendo a trabajar en su tierra, pero ahora la decisión de la Junta de no renovar a más de 3.000 contratadas para la pandemia ha hecho que regresen los tiempos de la emigración. Centenares de profesionales se han ido a trabajar a Catalunya después de los despidos multitudinarios de octubre, y a otras comunidades tras la decisión de la Junta de no renovarle el contrato a 3.300 de ellos.
El Sindicato de Enfermería ya alertó a primeros del pasado mes de diciembre de las dificultades que estaba encontrando el SAS para cubrir el plan vacacional de navidades en esa especialidad tras no haber renovado a 3.300 profesionales, dificultades que achacó a una "errática y caótica gestión de Personal". SATSE denunció en ese momento que la "alta temporalidad y precariedad que sufre enfermería" está provocando "circunstancias insostenibles por la altísima rotación de profesionales y la fuga de enfermeros y enfermeras con experiencia a otras comunidades con mejores condiciones de trabajo".
No obstante, la incertidumbre continúa, a juicio de SATSE, porque entre el 15 y el 31 de este mes de enero terminarán los contratos que se han hecho para cubrir los descansos y vacaciones del personal de enfermería del Servicio Andaluz de Salud durante las fiestas navideñas, y no se sabe aún qué pasará entonces. Todo esto demuestra poca planificación de la Administración autonómica para resolver las necesidades de trabajo cuando hay muchas bajas por covid y mucha demanda asistencial.
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