1.Reducción de emisiones a la atmósfera. La emisión de gases de efecto invernadero, es decir, con capacidad para aumentar el calentamiento global de la Tierra, es actualmente un caballo desbocado por culpa de la actuación de los países industrializados desde mediados del siglo XIX, pero, sobre todo, desde mediados del XX y hasta la actualidad. Todos los esfuerzos se centran en detener esas emisiones, sobre todo de CO2, pero también de otros gases. Para ello ya hay calendarios aprobados en todo el planeta para el cierre de centrales eléctricas de carbón, del parque móvil de gasolina y de otras tecnologías contaminantes. El mundo se ha marcado como meta alcanzar la neutralidad de emisiones (es decir, emitir solo la misma cantidad de gases que pueda capturarse) en el año 2050, con una parada intermedia en 2030, donde cada país fija una meta que varía en función de sus propias capacidades y situación concreta. En el caso de la UE, la reducción de emisiones deberá ser del 55% (en compa
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