La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que el riesgo global que supone la nueva variante ómicron es «muy alto». Por este motivo, ha pedido a todos los gobiernos acelerar la vacunación contra la Covid, especialmente entre la población de riesgo, y que se refuercen todas las medidas de vigilancia frente a esta nueva variante que ha puesto al mundo en alerta. La organización también ha pedido a todos los países que notifiquen posibles casos o brotes asociados a ómicron.
La Asamblea Mundial de la Salud, el órgano plenario de la OMS, se ha reunido durante esta semana, entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre, en un encuentro extraordinario, por segunda vez en toda su historia, para examinar las vías para fortalecer los mecanismos internacionales de prevención, preparación y respuesta frente a nuevas pandemias.
Esta reunión extraordinaria fue convocada después de la última reunión ordinaria del pasado mes de mayo y ha tenido como único punto del orden del día el examen del Informe del Grupo de Trabajo de Estados Miembros sobre el fortalecimiento de la preparación y respuesta de la OMS frente a emergencias sanitarias. La decisión de la Asamblea ha sido establecer un órgano de negociación intergubernamental para redactar y negociar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias.
¿Qué se sabe de la variante ómicron?
La existencia de la variante ómicron se anunció el 24 de noviembre, tras detectarla en muestras recogidas entre el 12 y el 20 de noviembre en Suráfrica. Sin embargo, según la OMS, el primer caso confirmado corresponde a una muestra del día 9 de noviembre.
Por el momento, la nueva variante se encuentra en estudio y todavía no se conocen a ciencia cierta los efectos que puede tener para los sistemas de diagnóstico, tratamientos y vacunas. Lo que sí se sabe es que ómicron tiene aproximadamente 100 mutaciones, el doble de mutaciones que la variante delta. De estas mutaciones, más de 30 se encuentran en la región del genoma del virus que contiene la información para la proteína spike (S), la que el virus utiliza para entrar en las células y que es la diana de las vacunas actuales.
La gran cantidad de mutaciones y la rapidez con la que esta variante se ha expandido hace temer que pueda ser más transmisible que las variantes conocidas hasta ahora. De momento, ómicron ya está presente en África, Europa, Oriente Medio y Asia Oriental. En España se detectó el primer caso de la variante ómicron el pasado lunes en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, tratándose de un viajero procedente de Suráfrica. También en Cataluña se han detectado dos casos positivos de esta nueva variante.
El descubrimiento de nuevas variantes del coronavirus pone, de nuevo, sobre la mesa la necesidad de que las vacunas lleguen a todos los países del mundo. De hecho, según datos de la web Our World in Data, un 53,9% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de vacuna, pero en los países con bajos ingresos sólo se ha administrado al menos una dosis al 5,6% de los habitantes. El hecho de que haya países a los que todavía no hayan llegado las vacunas facilita que el virus circule más y tenga la posibilidad de mutar y generar variantes más contagiosas.
Según la OMS, una pandemia como ésta requiere esfuerzo planetario para eliminarla. En este sentido, el director general de la OMS insiste reiteradamente en que «nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo, ya que la única manera de poner fin a esto es conseguir que todo el mundo que necesite vacunas, pruebas y tratamientos para el coronavirus, en cualquier parte del mundo, pueda conseguirlos».
En la misma línea, el pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona Quique Bassat señalaba en una entrevista en Catalunya Plural que «hasta que no esté vacunada también la población de los países más pobres no podremos dar por controlada la pandemia a nivel global, siempre tendremos agujeros por donde seguirá entrando y circulando el virus».
Intensificar la prevención frente a futuras pandemias
La pandemia de la Covid-19 ha puesto sobre la mesa la importancia de intensificar la prevención, preparación y respuesta ante nuevas pandemias y emergencias sanitarias. En este sentido, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha dicho que la decisión de la Asamblea Mundial de la Salud era una oportunidad única en una generación para fortalecer la arquitectura sanitaria mundial con la intención de proteger y promover el bienestar de todas las personas.
«La pandemia de Covid-19 ha sacado a la luz los numerosos errores del sistema mundial de protección de las personas frente a las pandemias: las personas más vulnerables se quedan sin vacunas; los trabajadores de la salud no tienen el equipo necesario para realizar su tarea de salvar vidas; y los enfoques de «yo primero» entraban en la solidaridad mundial necesaria para hacer frente a una amenaza mundial», ha subrayado el director general de la OMS.
Hacer frente a todo esto requiere, a juicio de la OMS, «un enfoque integral y coherente para fortalecer la arquitectura sanitaria mundial, y la elaboración de un nuevo instrumento para la prevención, preparación y respuesta ante pandemias desde una perspectiva que abarque todas las instancias gubernamentales y toda la sociedad, dando prioridad a la necesidad de equidad».
El órgano de negociación que se ha acordado crear en esta asamblea extraordinaria celebrará su primera reunión antes del 1 de marzo de 2022 y la segunda reunión antes del 1 de agosto de 2022. También presentará un informe sobre los avances de su labor en la 76ª Asamblea Mundial de la Salud en 2023 y someterá sus conclusiones a la consideración de la 77ª Asamblea Mundial de la Salud a celebrar en 2024.
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